Surgat

miércoles, 14 de diciembre de 2016

HADO

HADO
Peldaños frontales por recorrer
Encrucijadas misteriosas con demonios
Penumbra misteriosa enloqueciéndome
Silenciosos aullidos mentales
Atorméntame conciencia
Alteración de lo estático
Muta mi cansancio en desesperación
Corre débil criatura
Los pasos cada vez más pesados
Seducido por demonios
Acorralo mi cabeza con mis manos
Estallo en un grito sollozo
He maquinado el desconsuelo vital
Todo sigue su cruel destino
He de fenecer y han de fenecer
Ideas y seres
El todo y la nada
Y las fauces que nos devoran no se desgastan
Suspiro profundo tratando de encontrar el latido
Oh exceso eres excelsa forma de vida
Oh hado estas encadenado al suceso fatal: Muere ya!



UN SUEÑO

Despertándome aun inconsciente de lo que me rodea solamente la noche sigilosa me encamina, hacia una larga caminata y bramando el fulgor del exceso cometido contra uno mismo, tambaleo y caigo los campos se hallan negros, la vía ya la he recorrido hacia adelante estiro mis manos como queriendo llegar a mi destino, entre lazados mis brazos blasfemo mi existencia, un nudo aprieta mi saliva casi atrancándome, quien eres los demonios del absurdo pisotean las morales humanistas, la neblina aumenta mis desesperaciones, aprieto el paso más y más, amargos eructos llenos de exceso, que horrible manto blanco hace de lo oscuro del camino un martirio, las montañas no son hechas para merodearlas cuando fenece el día, demonios creados por mis sentidos alterados aparecen, me persiguen, ellos quieren algo de mí, se alimentan del miedo; a hondo el suspiro puedo razonar tan profundo entre las mantas de mi capucha, destellos  de luces acompañan me leve despertar de conciencia, oriéntame sentido común, instintos y sentidos en comunión atacan mi angustiosa mente, cálidos son los divagos recuerdos para engañar mis preguntas vacías, que son más las cuestiones que simples sombras que complacen a la verdad que queremos escuchar contraria o no a nuestro sadomasoquista ser y el ser así podrá ser feliz o amargado envidiando día a día al suicida electo por el cansancio de pertenecer a una aburrida sociedad, luego el atrofiamiento de mi moral como humano y estallo en rabia y grito… me escuchas dios, satán, cristo, porque necesito de fe si he de caminar tanto para no conservar nada con mi muerte, alzándose aparece la silueta de mi respetuosa identidad Oh Taita Imbabura te escucho llorar cuando las totoras se juntan en el espantoso Lago, me acompañas pues acompáñame, protégeme grato Taita que vigilas los sueños del pernoctador trabajador de tus faldas, mis brazos se abren como queriendo cobijarte ahora yo y do dejarte tan solo con tu cálido corazón…
Curvo tantas veces que mis parpados confían de su vuelta el círculos, estela de luces veo, es enternecedor  el cálido rincón, me postro frente al cementerio tan tranquilo, mi lugar predilecto, caigo de cansancio y como volver a ser embrión he de nacer, estoy en mi cuarto con intoxicantés efectos del exceso… Todo fue un sueño




Exceso vívido por Inferno Sadogoat 

CASTRADOS

CASTRADOS
La primera víctima que apareció en el hospital fue un joven de casi unos 18 años, el tenia cauterizadas las heridas lo que impidió su muerte, no poseía ojos, su lengua fue arrancada y su miembro cercenado totalmente; una escena totalmente sádica.
Dentro de un par de semanas fueron dos víctimas las que aparecieron en la madrugada, cauterizadas sus heridas casi como si un profesional lo hubiera realizado, sin globos oculares, ni lengua así también sus testículos y penes fueron arrancados de raíz.
Las investigaciones se frustraban ya que los individuos estaban totalmente traumatizados y no aportaban nada para resolver este crimen.
La siguiente noche no tardo casi nada y fueron dos más los jóvenes que aparecieron extirpados los ojos, la lengua y sus genitales, la policía se alarmo al no tener victimas de muerte más si con victimas vivas e incapacitadas.
Se contaba con la idea planteada de una mujer que merodeaba en bares o fiestas, drogándolos dentro de una determinada ciudad en los fines de semana.
La noticia fue difundida entre la ciudadanía, pero era evidente que los jóvenes que disfrutaban fines de semana no lo tenía muy en cuenta, al pasar las semanas estas pistas fueron dilatándose más y más; pero en un mes aparecieron victimas ahora fuera de la ciudad, los arrojaron a las puertas del hospital primero fueron 3 los jóvenes que caminaban perturbados de un lugar a otro, luego de unos minutos aparecieron 3 más que no superaban los 16 años, tenían los mismos rasgos de sadismo.
Esta investigación no solo marco en mi como periodista si no como ser humano estremeció mi moral y la opinión sobre esta mi sociedad.
Fin de semana salgo a beber unos tragos con mis compañeros de trabajo, todos silenciosos me escuchaban detenidamente e incluso el ministerio del interior y grupos de inteligencia de la policía me pidieron toda la información para capturar a él o la agresora.
En la barra se me acerca una muchacha muy delgada, me observo brindándome un coctel y me menciono que había leído mis reportajes, su carisma llevaba consigo una especie de dominio mirándome casi susurrándome al oído dijo yo soy aquella asesina; reaccione con un temor profundo me estaba siguiendo, mi instinto lo suprimí y prevaleció mi profesión, dije: si eres tu pues concede una entrevista, ella acepto y me llevo hacia una mesa central.
Pregunte el porqué de sus actos: respondió, que todas las personas se lo merecían ya que no son dignos de este edén llamado tierra y su privilegio de vivir, desde pequeña vi a personas que buscan a la belleza con sus ojos, y buscan mujeres y hombres perfectos aunque por dentro estén podridos, siempre vi traiciones, hipocresías, mentira con el fin de tener sexo, incluso personas feas que estéticamente no se catalogaban bonitas por prejuicios implantados mediante estereotipos, quise de alguna forma ser parte de esta la sociedad pero me irrita solo en pensar que estén cerca de mí.
Pregunte por qué son hombres sus víctimas: respondió, me gusta el orden y bueno luego serán mujeres.
Quise preguntar pero me sentí mareada, evite su mirada y me levante hacia el sillón del bar, era el coctel, luego mi visión se nublo, mis compañeros me llevaban en sus hombros, intente buscar a la señorita, escuche su vos que decía ahora vamos a mi casa y luego todo fue más que silencio, al despertar pude ver a mis dos compañeros amarados contra un muro totalmente desnudos, ella estaba extirpándoles sus órganos, en sus pies estaba el hierro enrojecido del calor creo para cauterizar las heridas, sus miembros caían al suelo, luego acerco una camioneta donde colocaban los cuerpo, fue a arrojarlos al hospital.
En varios minutos llega, y se despoja de su vestimenta, tenía miles de pelucas, se puso ropa deportiva con una gran capucha, acerco una parrilla y empezó a freír lo que con saña extirpó, silbando llevo a su plato ya asadas las carnes e ingirió su contenido; se acercó a mí y susurro ahora sabes que es lo que hago con mis víctimas, me puso una manta cubriéndome el rostro y me llevo a un hospital, se despidió diciéndome: sabrás de mi trabajo y yo del tuyo.




INFERNO 2016