SURGAT
"Emperador Lucifer, señor de todos
los demoniacos espíritus rebeldes, ruego que me seas favorable en la intervención
que hago a tu gran ministro Surgat, deseando hacer
pacto con él. Ruego también, príncipe Belzebú, que me
protejas. ¡Oh conde Astarot! séame propicio y haz que en
esta noche el gran Surgat se me aparezca bajo forma humana que me conceda,
por medio del pacto que voy a presentarle, todas las aberraciones que necesito
cometer a mis enemigos
- ¡Oh, gran Surgat! ruego que abandones tu
morada, en cualquier parte de la naturaleza etérea, que te encuentres, para venirme
a hablar. Obedéceme prontamente, obligo a los espíritus rebeldes a admitir su
pacto; así, pues, aparécete cuanto antes demonio invocado con tención y
profundo respeto ni siquiera el Zoso, evitara tu desembocado poder. Las mismas
criaturas amorfas que habitan el estado natural del simple humano, surge donde
quedan registradas, con total crudeza, las realidades, mundos, civilizaciones y
criaturas que hierven en el universo desde que éste emergió de la noche
primigenia al silenciar su conciencia, opúsculo amorfo mal aire, muerte y
maleficios, consumidos por el humo que emanan las velas y cirios negros,
atiende al llamado del pergamino OH SURGAT. Te adoro, te invoco".
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