Surgat

lunes, 30 de mayo de 2016

ANIMAL



ANIMAL
Golpea a mi reja, el mismo celador de hace ya cuatro años, como si mis actos fueron juzgados por este imbécil, su vista siempre tan vengativa; ¿mis actos en libertad fueron tan atroces? como para merecerme tanto odio. Los medios escritos a los que mi clase de persona tenemos alcance, más que para limpiarse el trasero después de cagar; mencionan al animal que mutilo, descuartizo y violo a casi una docena de personas (como si los animales de cuatro patas no contaran), lamentándose de mis actos, maldiciendo mi existencia. Fotos, entrevistas, fama; y ni siquiera conmueven mi remordimiento, cada insulto es un insulto frente a un espejo, todos controlan sus enfermedades con trabajo, rutina, matrimonio, drogas, etc.
Para mí todo es un sueño tan espectacular, mi forma de encontrar la felicidad era, es, y será el dolor que provocan mis torturas, encantado por los gritos y gruñidos de mis víctimas; era tan hermosa esa obra maestra, ahora comprendo a Beethoven o a Hitler su extraña forma de excitación por el caos del sonido, hedor, y agitante momento.
Creo que la rutina diaria de mis muertos, hacían tan exaltante la mutilación, me encantaba manosearlas y a los varones decapitarlos, siendo mis trofeos de casería, es tan risorio recordarlo. Los ojos con mis pulgares se los hundía, tal vez por que leí en un antiguo libro que ahí se esconde el alma del condenado.
Todo estaba tan cronometrado, y exacto que por un bastardo descuido fui atrapado casi infraganti; creo que mi trabajo tan nómada sirvió como cuartada, cada vez que pedían información de los desaparecidos.
En una pequeña ciudad, caí en una profunda depresión al no encontrar una de esas perfectas victimas que excitara mi miembro. Así que preferí  beber una cantidad extremadamente alta de alcohol, al despertar me encontraba en la cárcel de ese pueblo, por daños a terceros, escándalo público; cuando pidieron mi respectiva información, un extraño tic en mi rostro se pudo notar como si estuviera mintiendo, el jefe de policía menciono que me llevaría al cuarto de motel donde estaba hospedado. Al acercarme observe un gran bosque, hice un movimiento brusco que golpeo al oficial haciéndolo descarrilar, hacia el bosque, con una gran jaqueca desperté pude apreciar que el policía estaba gimiendo con su cabeza casi abierta, tenía que huir pero mi obsesión por el dolor me domino, agarre los dos extremos de la cabeza con todas mis fuerzas halándolas y alejándolas de su centro, era tan sublime que el cerebro salió despedido hacia el parabrisas, tanta era mi excitación que quise saborear un trozo de su materia gris; tan deliciosa y exquisita como un manjar de Dios. Mi lentitud por el impacto hizo que los de más policías me encuentren tan cerca de esta horrible escena criminal.
Después de un brutal interrogatorio y sus ineptas investigaciones decidí confesar de todos mis crímenes para que acabara el cuestionamiento de mi locura.
Hoy golpea a mi reja, el mismo celador de hace ya cuatro años, su vista siempre tan vengativa; ¿mis actos en libertad fueron tan atroces? ¿Acaso nunca soñaron con vengarse o matar a otro ser? ¿Creen que la muerte le interesa saber sus nombres o sentimientos?
Hoy la sociedad me sentencia a la pena de muerte, y no siento remordimiento alguno; a todos nos llegara de una u otra forma el fin de una vida mortal. La diferencia es que yo cumplí mis más hermosos sueños, mientras que ustedes viven sentimentalmente frustrados.
Solo puedo recomendarles: Mata, viola, asesina, se un caníbal, experimenta con el extremismo puro del placer, llega y has probar el semen de la vida y la hoz de la muerte a quien o a quienes se lo merezca o no se lo merezca la diferencia no existe.
El infierno me aguarda, la condena y sufrimiento en el ardor de las pailas del panóptico serán una delicia comparado con mis actos cometidos. Mi sonrisa de oreja a oreja no será colgada, ni degollada, si no que será eterna en la vida y mente de los débiles humanos.

INFERNO SADOGOAT

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