Surgat

miércoles, 4 de mayo de 2016

JATUN YAYA



-JATUN YAYA-

Entrelazados sus dedos, sentado recibiendo con honor los rayos del sol al amanecer, con la fuerza ofrecida a la labranza, besando gentil la tierra fértil; se enorgullece de su fruto. Entre dientes murmura con rabia los nostálgicos recuerdos.
Vestigio bifurco de nuestras costumbres, sabio Padre que rechazo al débil, recuerdo aun cuando un vasallo de cristo quiso cautivar su alma con una imaginación pecaminosa que amedrentaba a cualquiera en el pequeño pueblo; ellos que vivían calientes por el fuego natural y este se apagó, el agua feroz se evangelizo. Aquí mi orgullo, mi Taita; él dijo:
“todos se infectaron, pero nunca doblegaran mi espíritu, mi raza ya está cansada de arrodillarse ante un blanco colgado del árbol muerto. Ustedes vivan y mueran con temor, porque yo tendré la fuerza del volcán y la Alquimia.
¡Hay de quien hoce molestarme con palabras santas por que estallare!
Y como todo mortal abrasare a mi tierra, diosa fértil. Solo quedara mis restos blancuzcos como recuerdo de quien era”. Se me hace aun escucharlo murmurar.
Cual runa inflo mi pecho con un largo suspiro me despido Jatun Taita, ahora eres parte de Yaya; tu espíritu será una antorcha que guiara mi oscuro camino vital hasta la acogedora y mórbida Muerte.



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